Él es Mozart. A los tres años sus padres lo iniciaron en la música. A los seis ya era un intérprete avanzado de instrumentos de tecla y violín; y, también a esa edad, realizó una gira por Europa para dirigir a otros músicos que lo triplicaban en edad. En todo ese tiempo tuvo el acompañamiento de sus padres, que potenciaron sus capacidades musicales desde la infancia y lo acompañaron en su formación.